Con respecto a los tratamientos estéticos, en general no tratamos a pacientes menores de 21 años. En algunas circunstancias, y luego de una consulta exhaustiva con un médico, podemos tratar a pacientes de 18 a 21 años si el tratamiento es para fines médicos (es decir, para remediar inquietudes que son el resultado de un trauma o accidente, malformaciones vasculares, etc) o si el tratamiento beneficiará en gran medida el bienestar mental del paciente.